Renacimiento y Barroquismo

 

Renacimiento

El Renacimiento fue fruto de la difusión de las ideas del humanismo, que determinaron una nueva concepción del hombre y del mundo.

El nombre «renacimiento» se utilizó porque este movimiento retomaba ciertos elementos de la cultura clásica. El término simboliza la reactivación del conocimiento y el progreso tras siglos de predominio de un tipo de mentalidad dogmática establecida en la Europa de la Edad Media. Esta nueva etapa planteó una nueva forma de ver el mundo y al ser humano, el interés por las artes, la política y las ciencias, sustituyendo el teocentrismo medieval por cierto antropocentrismo. Inicia en el siglo XV y XVI.

Sus principales características son: La Sinceridad en la expresión de los sentimientos en la línea de la lírica humana, popular y profundamente religiosa de San Francisco de Asís. La Presencia de una naturaleza primaveral en armonía con el hombre retomando el tópico clásico del locus amenus. Su Musicalidad, suavidad, elegancia y eufonía en la expresión formal. El amor concebido como una experiencia trascendente, que pone en contacto al enamorado con la sabiduría, la felicidad y lo divino. Y que La mujer que era constituida una personificación del ideal neoplatónico. Es un ser angélico de naturaleza celestial concebido como donna angelicata. También era muy notorio el uso de la lengua vernácula de Florencia: el toscano o italiano

Sus principales exponentes se hallan en el campo de las artes, aunque también se produjo una renovación en las ciencias, tanto naturales como humanas. Italia fue el lugar de nacimiento y desarrollo de este movimiento. Y los autores que lo representan son: Dante Alighieri, Francesco Petrarca, Boccaccio, William Shakespeare, Pierre Ronsard, Pietro Bembo y Francisco Sa de Miranda.

Las obras literarias que sobresalieron son: Cancionero, La Divina Comedia y Decamerón.

 

Barroquismo

Se caracteriza por el triunfo de la ornamentación, los juegos de palabras, la búsqueda de la emoción y el placer estético. Este movimiento surge en un momento de muchas tensiones sociales, políticas, económicas y existenciales.

Se llevó a cabo en Europa en el año 1600 justo después del Renacimiento y coincidiendo con el llamado Siglo de Oro español. Es allí, en España, donde esta tendencia tuvo su mayor esplendor y desarrollo.

Sus principales características son: Toca la fe y la espiritualidad como baluartes del hombre, la valorización del detalle excesivo de ornamento, la búsqueda de las sensaciones y las pasiones internas, el dualismo y contradicción, el contraste entre luces y sombras, la oscuridad, complejidad y sensualismo, se usaba el cultismo y conceptismo.

Los autores que lo representan son: Francisco de Quevedo, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Miguel de Cervantes y Saavedra

Las obras literarias que sobresalieron son:

• La fábula de Polifemo y Galatea (1612).
• Las Soledades (1613).
• Fábula de Píramo y Tisbe (1618).
• Discurso de todos los diablos o infierno emendado (1628).
• Noveles amorosas y ejemplares  (1637).
• La Dorotea (1632).
• La Gatomaquia (1634).
• Amor, honor y poder (1623).
• La Galatea (1585).
• El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1605).